viernes, 11 de abril de 2008

El Teatro

BRUNO ARIAS en el ND/Ateneo
presento los temas de su último
CD “Atierrizaje”
a sala llena.



BRUNO ARIAS: EL DUEÑO DE LA ANTORCHA
Por Diego Vázquez Comisarenco

Un día antes del desfile oficial por Buenos Aires de la antorcha olímpica, que recorre el mundo simbolizando esa llama viva de la que participan los pueblos del mundo, otra antorcha encendió las pasiones: en este caso la folklórica y el máximo responsable de su traslado fue y es Bruno Arias. Con poesías, canciones, historias, sentimientos y mucho terruño, alza el fuego necesario para mostrar que a los jóvenes no hay que subestimarlos y que lejos de la crítica infundada de opinólogos y sabelotodos, trae en sus alforjas la semilla más noble de su tierra. "El folklore esta más vivo que nunca", gritó desde el escenario Bruno. La base del fuego la inmortalizan: Jorge Cafrune, Chito Zeballos, Ricardo Vilca, Víctor Hugo Barrojo, Tomás Lipán, Kolla Mercado, entre otros. Un espectáculo que comenzó pasadas las nueve, en el teatro ND Ateneo de la ciudad de Buenos Aires, en una noche de verano en las mitades del mes de abril con "Changuito voz de urpila", de Pachi Alderete, en el comienzo, seguido de "Ciudacita", canción con letra de Alejandro Carrizo y música compartida de Bruno Arias y Juan Enríquez, y "Esperando el Carnaval", de López Curia y música de Bruno Arias.
Hernán Bolletta, fino cantor de la ciudad de Miramar, provincia de Buenos Aires, fue el primero de los invitados, para cantar "El tristecito", junto al cantor jujeño. Luego, Bruno con sus músicos interpretaron "Como abrojo de mi monte", chacarera de Pablo Mema y el bailecito "Tilcareñita" con letra de Rubén Cruz y música de Bruno Arias.

Mercedes Sosa, "La madre cantora", al decir de Teresa Parodi, subió al escenario, ovacionadísima de pie, a cantar la "Zamba de los Mineros" junto a Bruno y con gesto maternal, acompañó al joven de El Carmen, en tan bella zamba que tiene como sello la poesía de Jaime Dávalos y música de Gustavo Leguizamón, sin dudas uno de los momentos más tiernos del espectáculo. "Bruno es lo nuevo. Lo que viene. Yo canté con él, el 21 y 22 de diciembre, en el espectáculo que hice, llamado Folkloristas, la zamba que voy a cantar ahora y vengo a acompañarlo. Todo lo nuevo es bueno, el folklore no va a morir nunca porque tiene gente joven muy buena. Buenos compositores, buenos cantantes. Yo que ando por toda América Latina, para pensar y para escuchar este es el país que más artistas tienen. Yo lo digo en Costa Rica, lo digo en Nicaragua, lo digo en Guatemala, no es que lo venga a decir acá. Lo digo allá también, donde tienen razón de ser", dijo Mercedes.

Ángela Irene también subió al escenario a cantar con el anfitrión, "Imillita Chusca", bailecito de Domingo Zerpa y Pachi Alderete (Imillita significa chinita, Chusca significa ladrona o pícara) y una bella selección de bailecitos, acompañados en charango por el Maestro José María "Kolla" Mercado, recordando felices momentos, por ejemplo, cuando Ángela lo invitó a subir por primera vez al escenario Atahualpa Yupanqui, en Cosquín. Franco Luciani participó con su armónica de otra de las versiones de la "Zamba de los Mineros". Con maestría, sutileza y humildad, el joven de Rosario, otro de los poseedores de la antorcha, acarició la zamba, y rozó las cuerdas vocales de Bruno, que se adueñó para siempre de la zamba. Sin dudas, Don Gustavo Leguizamón y Don Jaime Dávalos, aplaudían en primera fila. Varios momentos hicieron bailar al público: en la interpretación de "Ella baila sola", al ritmo de la música y el juego de luces, las palmas en alto no se hicieron rogar. Estalló la alegría, cuando ingresó el ballet "Raíces jujeñas", dirigido por Jorge Corvalán, con colores, alegrías y bailes bien jujeños, al ritmo de "Charanguito". El otro momento, fue cuando ingresó la banda de sikuris Aymara, y se disfrutó del sonido ancestral, del sonido a tierra y a sentimiento nativo. "En este momento todos tenemos que ser hermanos. Para eso nuestra Pacha es nuestra Madre Tierra", transmitía el líder de la banda. "La de Tomás", con letra y música de Pachi Alderete, fue la zamba que Bruno eligió para homenajear al gran cantor purmamarqueño Tomás Lipán.
"Cuando éramos changos allá en Jujuy, habíamos comenzado con un grupo de gente a andar el camino del folklore. Lo conocí a Bruno, que me molestaba todos los días en mi casa y me pedía temas. Como habrá molestado a tanta gente acá (risas) La gente de Jujuy está muy orgullosa de Bruno, porque lleva a Jujuy en el alma, en el cuerpo, en su vida, su vida misma es Jujuy. Hemos comenzado hace tiempo a andar este camino. ´Cuando América´ tiene dieciocho años de compuesto", recordaba dulcemente Pachi Alderete, autor de varios del repertorio del Changuito Volador, que atierrizó en Buenos Aires para siempre y desde acá proyectarse al mundo.
Ya lo dijo alguna vez Teresa Parodi: "el que toca la campana en Buenos Aires, suena en todo el país". "Por lo que transmite, por su compromiso social, por su canto, por su alma. Yo siento latir a su alma en su garganta", con estas palabras Bruno presentó a Teresa Parodi. Pronto, "La Celedonia Batista", huayno de autoría de la correntina, no se hizo esperar, y la sala se llenó de hilos de libertad, los mismos que la Celedonia teje. "Entre la vida y la muerte, entre la muerte y la vida, no hay otro puente mejor, que la de la mano amiga", participaba el Kolla Mercado. El sabedor jujeño comentaba: "yo pienso que la juventud, que ha tomado este camino, tiene que ser apoyada porque son los baluartes de esta lucha contra la invasión de la cultura extranjera, ellos son los que están defendiendo, los que están poniendo el pecho. Ante el avance de tanta cosa extranjera que te van invadiendo, destruyendo tu cultura, y me parece que tenemos la suerte de tener una persona que mueva las cosas, que cante, que defienda su tierra". Con más silencios que palabras, continuaba: "Todos los pueblos tienen sus canciones y Jujuy también tiene sus creadores ahora, y tiene también tradición andina, porque pertenece Jujuy a los andidos y pertenecemos a la raza: de ahí hemos heredado la cultura, la tradición, la geografía y pienso que por eso los jujeños siempre vivimos los instrumentos, como las quenas, los sikus, nos llevan a nuestro mundo" y finalizaba: "En Jujuy todo canta, en mi provincia celeste, así decía un poeta. Es toda vida, porque tiene tres mundos, cada mundo es distinto: la selva, la quebrada y la Puna. Cada mundo tiene su característica y sus bellezas… Hay monumentos naturales colosales que no están muy difundidos". "La vi por vez primera", de Justiniano Torres Aparicio, fue el carnavalito elegido por la dupla Bruno Arias-José Simón, gran cantor humahuaqueño, lleno de sabores y matices que lo hacen realmente auténtico.

Los músicos que participaron del espectáculo fueron: Juanjo Bravo (batería), Agustín Flores Muñoz (Bajo), Ramón Córdoba (Guitarra), Juan Pablo Álvarez (Vientos), Oscar Miranda (Charango), Quique Yance (invitado, teclado), Alex Chamorro (invitado, vientos), Bruno Arias (voz y guitarra).

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