lunes, 6 de junio de 2005

Entrevista

Ojalita no me enanque en el potro de la fama

06/06/2005

Peña Lo de Peyrredón

Una noche más de peñas en Buenos Aires. Casi al final de la misma noche, nos encontramos con el Yuca Córdoba, un gran compositor, autor y músico tucumano que nos dice asombrado: “Che loco, parece Europa esto...”. Resume nuestra sensación y hace referencia al barrio “Palermo Soho”, que es donde está instalada la peña “Lo de Pueyrredón”, un sitio cálido que salva la identidad argentina sobre el resto del barrio. La calle hace honor y de hogar a la cultura que la habita: la armenia.

Bruno Arias nos recomedó llegar hasta este lugar. Hace unos pocos años, él también llegó como llegaron los integrantes del trío jujeño Palo Santo. Guitarra y poesía como escudos. Arias fue el anfitrión de la reunión. Un grupo de chicas esperaban alrededor de una mesa que el espectáculo comience. Una decena de personas llega y se sienta en una mesa vecina. El clima es de amistad. Bruno nos presenta como de costumbre: “acá están los chicos de FolkloreCLUB, el mejor sitio del folklore”. Siempre solidario, abierto a los demás, es uno de los músicos más destacados de la nueva camada de autores jujeños.

Arias recorrió algunos de los bailecitos, carnavalitos, huaynos y zambas que compiló en “Changuito Volador”, su primer material discográfico. La cultura jujeña estallaba por todos los rincones. Un breve intervalo, sirvió de preparación del sonido para el trío, momento en el que aprovechamos y conocimos a Nando Díaz: “la verdad es que estoy muy agradecido porque el ha venido a ser como una punta, para toda la gente que quiere venirse, que quiere cantar, que tiene cosas que decir y eso. Nos ha abierto muchas puertas. Anoche estuvimos en la radio, la oportunidad de tocar en esta peña, un montón de cosas. Desde ya agradecido y por poder compartir con la gente del lugar de donde vinimos, de donde vengo yo y de mostrar lo que hacemos nosotros”, arranca algo tímido Fernando “Nando” Díaz, que en pocos minutos entra en confianza. “Palpalá es una ciudad chiquita de casi cincuenta mil personas, en desarrollo. Es un lugar lindo, tranquilo y queda en lo que sería al sur de la capital de Jujuy, de San Salvador, más o menos a quince kilómetros. Es por donde se entra ya a lo que digamos, el norte de Jujuy. Primero está Perico y después viene Palpalá. Saliendo de Salta, de Güemes, vas por Perico y ahí está Palpalá”, cuenta de su región Díaz y Bruno agrega: “claro, pasas por Palpalá porque está pegadito a la capital, como El Carmen (lugar de origen de Bruno), entonces podés elegir esos dos caminos para poder llegar a la capital y bueno, lo bueno es que en Palpalá, la gente es bien humilde, linda, te abren las casas, siempre. Hay muchos músicos también en Palpalá y sobre todo hay muchas propuestas y lo lindo es que venga Nando Díaz, a proponer esto que es Palo Santo, que es una propuesta nueva con respecto a lo que se viene escuchando en Jujuy con respecto al folklore, y más que nada, lo bueno de esta propuesta es que tienen todos temas propios y ese aire fresco de lo que es la música jujeña”.

Diego Vázquez Comisarenco: La música, ¿se estudia en la región o es apre (h) endida de manera innata?

Nando: Y... de todo. De todo lo que nos pasa, lo que vemos, todo lo que son las canciones. Las canciones son el reflejo de todo lo que vemos, en cuanto a la sociedad, en cuanto a la situación social, a la situación de amor porque también qué cantor no le canta al amor... es fundamental... Hay canciones que reflejan los lugares de donde nosotros venimos, que hablan de la idoneidad, de la cotidianeidad de la gente de nuestros lugares, que por ahí son muy sufridas, demostrar esa realidad en toda la gente, aunque más no sea en esas canciones, que son el reflejo de lo que sucede en distintos lugares. De eso tratan nuestras canciones.

D V C: Algún recuerdo, alguna anécdota de esas andanzas con la música...
Nando:
Y más que anécdotas... ¿cómo se puede decir?... cosas lindas... conocer gente. Conocer gente grosa que piensa como uno, que pecha como uno para que se den cosas, porque para mí por ejemplo, la música es fundamental como medio de cambio. Es culturalmente fuerte, así que conocer gente que tiene esa necesidad de cambio, no te digo que cambiar todo de raíz, porque es imposible... y aparte no se puede... no hay... no se debe en todo caso, porque de eso nos nutrimos todo. Lo bueno de las anécdotas es conocer amigos, conocer gente que piensa como uno, compartir y también compartir una canción que es importantísimo para nosotros y es una alegría inmensa. Una alegría grande para mí, ha sido conocer a un tipo como el Pachi Alderete, que Bruno canta temas de él, tener la posibilidad de componer canciones con él, sobre las cosas que nos pasan allá en Jujuy y mostrar todas esas cosas...

D V C: Más en los jóvenes, que lo puedan demostrar y reflejar en la música...
Nando:
Fijate que todo el país está olvidado por los que no tendrían que olvidarlo. Tendrían que tener presente ese tipo de cosas, o sea, la cultura de todo el país, que es importante. Abrirle los ojos a todo el país y eso va a ser lo que nos va a hacer surgir a todos. Nos va a hacer pensar de otra forma, y la gente que lo tiene que tener en cuenta se olvida de eso... por eso es que nosotros pensamos que estamos olvidados y en realidad somos todos los olvidados, y tenemos que aprender también a decir, a tener la conciencia de decir, no nos olviden, estamos acá. Esa también es la misión nuestra, acá con Bruno, más allá de brindar alguna alegría, tratar de decir algunas cositas...

D V C: La música es buena herramienta para eso...
Nando:
Para mí es fundamental... por eso yo me he volcado a esto. Es un medio de cambio importante. Creo que la historia te da la razón en todo momento. Es como que la música es generadora de cambio en todo momento... en los setenta y en los ochenta. Todo empieza, no sé si como una moda, pero la música siempre tiene que ver... en este caso la música folklórica para nosotros es como agarrar una bandera... Tal vez nos reímos con los chicos del grupo, pero por ahí decimos, que agarrar la guitarra para mí, es como si anduviéramos armados, para decir cosas lindas, cosas duras si se quiere para quien lo quiera tomar como duro... Siempre hubo gente, pero no es que estuvo relegado, pero se movían en ámbitos determinados y había gente como nosotros que escuchaba los discos de esa gente, que más allá de hacer folklore, despertaba algo dentro, una conciencia, un razonamiento, entonces... es un mensaje. Vos decís: yo no puedo ir en contra de eso...

Bruno: ahí ya juega, digamos, el respeto, que ellos propios nos inculcan, porque uno al escuchar esas composiciones, esos pensamientos, esa libertad para decir, ese sentimiento, aparte de esa gran capacidad de dar, a través de una palabra, de una melodía, que uno sienta el corazón de esa persona, a nosotros nos crea un respeto y es el que nos abre a las ideas a seguir y por ahí tomarlo de referencia y como forma de inculcar nuestras cosas. Como que para mí, esas cosas me han llenado para despertar por ahí de que a veces tenemos la información, y por ahí la información que tenemos no es la necesaria, como que a los jóvenes les falta un poco de información pura, verdadera, de las cosas profundas.

D V C: ¿Cuáles son esos artistas, esas referencias que nos nombras?
Bruno:
Y hay muchísimos...
Nando: Y, comenzando por Atahualpa Yupanqui, de Jujuy Cafrune y tantos otros como Chazarreta, que por ahí, uno escucha las canciones que son simples, pero por ahí siempre en alguna frase ellos estás denotando la necesidad de la gente humilde, que mandan algo ahí y está en la gente el saber escuchar, el saber eso... Escuchas una frase que tal vez son dos estrofas, y si le prestás atención decís, la pucha, tiene razón este tipo se está cagando de hambre y eso ya viene desde hace rato... no es nada nuevo. Y esos cantores son los que nosotros, más o menos, no tenemos que olvidarlos, pero ni mucho menos actuar en contra de eso o traicionarlos y dejarnos llevar por las banalidades... Nosotros los cantores nuevos...

D V C: Y además, hay muchos cantores en Jujuy, que por ahí no son conocidos y tienen un mensaje, y ustedes deben conocer mucho de tanto andar por peñas y por esos lugares...
Nando:
No solamente en Jujuy, sino en todo el país...
Bruno: Yo creo que el país está encendido y hay mucha gente que está comprometida con lo que hace y está aportando cosas... que está dando muchas cosas y sobre todo analizando, a través de la música soltando un pensamiento, de hacernos despertar de cosas que nosotros decíamos recién de cosas olvidadas, olvidadas entre todo, pero yo creo que nosotros desde Jujuy hacemos este pequeño aporte, pero en realidad hay mucha gente que está haciendo cosas...

Eliseo Álvarez Prado estuvo a cargo del charango, Alejandro Salamanca estuvo haciendo la percusión, Mario Lizarraga en la quena, Renato se encargo del bajo, Ramón Córdoba de la guitarra, Bruno y Nando en las voces. El trío Palo Santo, hizo entre otros temas, el aire de chacarera “Dignidad”, la chacarera doble “Hombre nuevos”, el huayno “Los ojos del hombre”, la “Chacarera de la Puna Madre” (“De la Puna señor traigo una ilusión), “La endiablada” (dedicada a una bailarina santiagueña), “Zamba de una noche” (para un primer amor) y el carnavalito “Amaneciendo por Maimará”.

Todos juntos compartieron la primera parte de la noche. Con muy buen sonido y sobre todo buena onda, invitaron a participar de la cantada a Adolfo Frodermann, que es el autor de la letra de la chacarera “Coyuyos y duendes”, que Bruno incorporó en su disco “Changuito Volador” y él mismo le puso la música. Junto a él, también canto y tocó Martín León otro joven exponente.

Momentos como estos se viven no muy frecuentemente en Buenos Aires. Nuevas voces, nuevos sonidos que aparecen por la gran ciudad para proyectarse a todo el país. Importante es rescatarlos, subirlos a lo más alto y mostrarlos a la sociedad, que a veces consume lo que desde los medios de comunicación se le presenta como única alternativa. Nuevas poesías, nuevas composiciones que hay que escuchar, valorar y perpetuar.

Diego Vázquez Comisarenco

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